un montón de cursilerías se me vienen a la mente ahora, que todo se va a la mierda en cinco minutos, que hay que aprender a ser paciente, que así es la vida, que hay que pensar positivo, que todo se devuelve en la vida, y así... la verdad es que tengo pena, más que cualquier otra cosa, pero al mismo tiempo, siento que aquello que me motivó a pegar el salto hace un tiempo, es lo que ahora me sigue impulsando a no parar, a seguir caminando por la senda que a lo lejos se veía recta y de un momento a otro cambió.
no sé qué es lo que pasará, me cuesta poder imaginarme el futuro luminoso que antes evocaba con tanta facilidad, pero seguiré adelante.