bicentenario

como ya es costumbre este año, el bicentenario no fue lo que esperaba. sí hubo asado, cerveza y carrete, pero sólo eso.

el ambiente está enrarecido por la mierda que ha pasado últimamente, y mi cabeza parecía viajar por tiempos pasados en cada minuto.

lo único bueno -o ni sé si tanto- fue que me cambié de casa. en medio de las cuecas y empanadas, me pasé las tardes leyendo mis diarios de vida del 96, incluso unos cuadernos olvidados que rayé hasta cuarto medio. esta cosa de escribir me ha marcado siempre y lo agradezco ahora, que me recuerda buenos momentos y otros tan amargos, que incluso llegué a sorprenderme cuán apestoso fue todo eso.

las cosas no parecen cambiar mucho, menos evolucionar. el tiempo se ha estancado en la peor etapa y no quiero acostumbrarme con consuelos baratos que me vengo repitiendo hace años.

quiero que algo asombroso suceda y me deje con una sonrisa eterna en la cara, que sea por eso que no pueda dormirme por las noches y no tener siempre ganas de fumarme un cigarro para pasar la pena.

feliz bicentenario!